15 marzo 2021

La profecía autocumplida se entiende mejor con un ejemplo.

¿Qué es la indefensión aprendida? ¿Y la profecía autocumplida o efecto pigmalión? Utilizando el ejemplo de Enrique Granados, os aporto algunos consejos para sacarle provecho en el deporte

 

Enrique Granados fue un compositor español de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Este estupendo músico formó parte de una gran época de la música española que contó entre otros con Isaac Albéniz y culminó con el gran Manuel de Falla.

La historia de Granados estuvo marcada por su inestabilidad tanto a nivel emocional como económicamente. Cuando al fin consiguió una estabilidad (con su mujer y seis hijos) y con su propia academia de música, compuso una ópera, Goyescas, que le iba a permitir cumplir un sueño, estrenarla en París.

Sin embargo, no todo iba a ser fácil, y es que en esos momentos estalló la Primera Guerra mundial, lo que conllevó el aplazamiento del estreno y desde Francia aseguraron que no se podría estrenar hasta la finalización de la guerra.

 

En esos momentos surgió la posibilidad de estrenar la obra en Nueva York, por lo que Granados y su mujer, se embarcaron en un transatlántico a pesar de sus reticencias por el miedo que tenían a viajar a través del mar y morir ahogados.

 

Y finalmente en Broadway, Nueva York, se estrenó Goyescas y supuso tal éxito que el presidente de los EEUU, Woodrow Wilson, contactó con Enrique para que diera un recital en la casa blanca. La familia Granados tenía los billetes comprados de vuelta a Barcelona, así que los cambiaron y viajaron a Washington con una propuesta que no podían rechazar. Después de esto, comenzó su odisea…

Consiguieron unos billetes en transatlántico que los traerían de vuelta a Londres, donde tendrían que coger un Ferry para atravesar el Canal de la Mancha y llegar a Francia. En la primera parte, los temores de Granados por morir ahogados en el mar seguían en aumento, pero a pesar de sus preocupaciones, el viaje fue muy tranquilo. Una vez en Londres tomaron el ferry pero cuando ya avistaban costa francesa, un submarino alemán disparó un torpedo contra su embarcación.

El ferry sufrió grandes daños y la situación de pánico era real, sin embargo, la embarcación no se hundió y el capitán de la tripulación se afanaba en suplicar a todos los tripulantes que se mantuvieran a bordo. A pesar del empeño del capitán y sus constantes indicaciones, Granados y su mujer, dieron por hecho que era el momento en el que su profecía se iba a cumplir y, tal era su convicción de que su fin sería morir ahogados que, haciendo caso omiso a las indicaciones, se lanzaron al mar. Una vez en el agua, Enrique trató de ayudar a su mujer, pero por desgracia no pudo lograrlo y ambos acabaron muriendo ahogados en el canal, donde sus cuerpos no pudieron ser encontrados. El resto de tripulación que se mantuvo a bordo, consiguieron ser rescatados por un barco.

¿Qué os ha parecido esta historia?

Es una historia real en la cual el protagonista, Granados, ante el temor de morir ahogado, se preparó mentalmente para actuar acorde a este miedo, si tengo la convicción de que voy a morir en el mar, preparo mi mente para que, cuando surja la más mínima posibilidad, actúe en consecuencia para tal fin.

A este fenómeno lo conocemos como Profecía Autocumplida.

Denominamos profecía autocumplida a un sesgo de la percepción, mediante el cual nos preparamos para anticipar determinados hechos y las consecuencias que puedan tener, antes de que ocurran.

Los seres humanos creamos nuestra vida basándonos en las decisiones que tomamos, y estas decisiones se toman en base a nuestras experiencias previas y al contexto en el que nos movemos. Cuando nos encontramos con una situación, tomamos una determinada decisión en función de las experiencias similares a las que nos hemos enfrentado. Este proceso de toma de decisiones desde que se percibe un estímulo hasta que se ejecuta la decisión tomada, tiene lugar en la parte superior de nuestro cerebro, la corteza.

Por el momento todo bien, ¿no? Percibimos una situación, buscamos en nuestro cerebro las experiencias previas similares que hemos tenido, y tomamos la decisión más acertada para actuar en dicho caso.

¿Pero qué pasa cuando este proceso se pone en marcha y anticipamos o predecimos algo sin que haya una experiencia previa coherente y realista para llegar a una conclusión y tomar una decisión en consecuencia?  Lo más probable en esta situación es que nos pase como al bueno de nuestro amigo Enrique Granados, tantas veces pensando “verás como al final…” que se preparó hasta que llegó el momento en el que así sucediera. Podríamos resumir esto diciendo: si tu cerebro cree algo como real, serán reales sus consecuencias.

Es decir, esta parábola nos enseña que cualquier predicción (profecía), expectativa o creencia puede afectar a los acontecimientos que sucedan a posteriori.

 

Aunque este término fue introducido por Robert K. Merton (años 80) ya desde años antes Rosenthal y Jacobson demostraron con su estudio en los años 60 y 70 que los profesores trataban de diferente forma a sus alumnos en función de las expectativas que tenían de ellos, a esto lo llamaron Efecto Pigmalion, proceso a través del cual se aumenta la asociación continuada de una determinada respuesta ante un determinado estímulo.

Y aquí es donde queríamos llegar, ¿por qué? Porque si esta gente nos dice que al infundar unas determinadas expectativas sobre un sujeto, esto influye y determina el comportamiento del mismo, ¿algo positivo podremos rascar para nuestro propósito deportivo y/o formativo, no?

Está claro que si un jugador, por ejemplo, está teniendo dificultades con el acierto en el tiro, lo principal para solventar estas dificultades, será trabajar herramientas de concentración, autoconfianza y posición corporal aplicadas a la dinámica técnica de la ejecución del tiro. Pero también, entendemos que el feedback que damos al deportista influye en este proceso. No es lo mismo si cada vez falla un tiro en el entrenamiento le decimos “cómo has fallado eso” o “esa la mete hasta mi abuela” que si le decimos “buen intento, sigue así”.

¿En qué situaciones podemos sacarle provecho a esto?

Si entendemos el efecto Pigmalión como la influencia que puede ejercer la creencia de una persona en el rendimiento de otra, desde el punto de vista del entrenador, esto abre un mundo de posibilidades. Y es que si bien esto no significa que porque digamos al jugador que es el mejor del mundo, este vaya a llegar a serlo, sí nos ofrece la posibilidad de detectar en qué situaciones podemos utilizarlo para influir positivamente en su rendimiento. Algunos de los innumerables ejemplos en los que se podría aplicar son estos:

-Mala racha de un deportista de cara al tiro

-Durante un partido en el que un jugador ha cometido algunos errores

-Cuando un jugador tiene que tomar alguna responsabilidad en nombre del equipo

-En situaciones en las que el equipo ha perdido la confianza en alguno de sus compañeros

Seguro que algunos de ellos os suenan a más de uno, ¿verdad? Y además, es muy posible que con esto te hayan venido a la mente algunos que otros ejemplos en los que ha sucedido algo similar en tu deporte.

Cuando algún deportista está sometido a una de estas situaciones, corre el riesgo de caer en la Indefensión Aprendida, término que utilizó M. Seligman para referirse a un estado en el que la persona se siente incapaz de controlar o tener algún impacto sobre la situación que está viviendo.

Pues aquí te aporto algunos consejos que puedes poner en práctica para ayudar a tus deportistas a no caer en ello y aprovechar las posibilidades que nos ofrece el efecto Pigmalión:

-Conocer bien a tus jugadores, tanto en su desempeño deportivo como en otros contextos de su día a día

-Identificar los momentos que más les afectan negativamente

-Proporcionarles herramientas de autoconfianza

-Tener una buena planificación: hacer una previsión de las situaciones que pueden darse a lo largo de la competición

-Valorar los aspectos positivos y potencialidades de cada jugador, refuerzo positivo

-Contrastar con experiencias pasadas que puedan desmentir sus predicciones (profecías) negativas

 

 

¿Te ha parecido interesante el artículo? ¿Te animas a compartir en los comentarios tu punto de vista o alguna situación relacionada que hayas vivido?

Si te gustaría aprender a mejorar estas herramientas o implementarlas en tu equipo, puedes contactar conmigo por email o por teléfono.

 

Agradecimientos por la idea a Manuel Cruz.

Historia de Enrique Granados basada en el documental "La vida y la muerte" (disponible en RTVE a la carta).